Ante el aumento exponencial de los precios de la energía en el último año como consecuencia del estallido de la guerra en Ucrania y el alza inflacionista, los consumidores tratan de reducir el consumo de gas, electricidad o agua en el hogar para ahorrar en su factura mensual. En este sentido, cada vez se demandan sistemas de climatización más eficientes y sostenibles con el medioambiente, y una alternativa puede ser la instalación de paneles o colectores solares térmicos. Como detalla la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), estos dispositivos permiten ahorrar hasta un 60% en agua caliente sanitaria (ACS), lo que podría ser muy beneficioso para las personas que tengan calderas de calefacción y ACS. 

Pero, ¿cómo funcionan? Los colectores solares térmicos son unas placas solares que se encargan de captar la radiación solar para "producir agua caliente de forma limpia y renovable". De hecho, su instalación es obligatoria desde 2007 en las viviendas de nueva construcción, así como en las obras que se realicen en las instalaciones térmicas de producción de ACS, recuerda la OCU.

Cuáles son sus características

Esta instalación calienta el agua mediante la radiación solar y la acumula en un depósito hasta que es utilizada. "El sistema solar trabaja en equipo con la caldera de gas mixta o el termo eléctrico, que actuará cuando haga falta aportar calor suplementario", indica la organización. De tal manera que se reduce considerablemente el consumo de gas o electricidad y, consecuentemente, se ahorra en la factura.

De acuerdo con el Código Técnico de Edificación (CTE), la contribución mínima de energía procedente del sistema renovable "debe ser del 60% cuando la demanda de agua diaria sea inferior a 5.000 litros y puede llegar hasta el 70% en las zonas climáticas más favorables".

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Existen diversos tipos de colectores térmicos que dependerán del funcionamiento y de la zona en la que se instalen. Así, los colectores para viviendas o comunidades de vecinos pueden tener una temperatura situada entre los 50 °C y 100 °C. Los más comunes en un hogar son los "captadores solares planos", que se caracterizan por una "caja cubierta con un cristal que recoge la radiación solar" para después enviar este calor "a un fluido que circula dentro de la cubierta". El calor se acumula por el efecto invernadero que ocurre en la caja.

Cuándo conviene su instalación

Uno de los principales inconvenientes de este sistema es la inversión inicial. Sin embargo, subraya la OCU, este dinero se puede amortizar en un plazo de nueve años. "La instalación te resultará más que rentable, ya que el sol es una fuente gratuita de energía inagotable". En este sentido, la vida útil de este tipo de aparatos es de aproximadamente 25 años, por lo que "dispondrás de 16 años de ahorros netos", restando el plazo de amortización. 

El coste de un sistema solar térmico depende, además, de otros factores, como el tamaño, la disponibilidad de tomas de agua y las conexiones eléctricas. Por eso, desde la OCU recomiendan consultar varios presupuestos para elegir la oferta que más se adapte a tus necesidades. En función del tipo de tecnología de la instalación, los rangos de precios serán los siguientes:

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Cuánto se ahorra con este sistema

Según los cálculos elaborados por la OCU, el ahorro anual es del 60% en comparación con otro sistema. Por ejemplo, el gasto sin sistema solar de un termo eléctrico de 1,7 kW que funciona durante cuatro horas diarias es de aproximadamente 654 euros anuales. Si se aplica este porcentaje, el ahorro anual estimado sería de 392,40 euros. 

Por otro lado, sin tener en cuenta las subidas o bajadas en el precio de la luz, el plazo de amortización para un colector de 3.500 euros y un ahorro anual de 392 euros sería de ocho años y 11 meses, detalla la organización.